Con base en el Acuerdo 696, publicado en el DOF el 20 de Septiembre de 2013, la Secretaría de Educación Pública, instituye un modelo de evaluación basado en los logros y las dificultades en el aprendizaje de los alumnos, mediante actividades planificadas por el docente para que los alumnos estudien y aprendan a partir de sus necesidades específicas y los contextos en los que se desarrollan, obteniendo información de su desempeño en diferentes fuentes e instrumentos de evaluación como: guía de observación, registro anecdótico, diario de clase, diario de trabajo, escala de actitudes, portafolio de evidencias, rúbricas, listas de cotejo y no solo en las pruebas objetivas.
En este contexto, la evaluación está implícita en la enseñanza y el aprendizaje, proporciona información valiosa para adecuarla a estilos y ritmos de aprendizaje de los alumnos y a los aciertos alcanzados en la práctica educativa de los docentes, la información generada, representa un punto de partida en la toma de decisiones para mejorar los procesos de aprendizaje, proporcionar retroalimentación detallada y oportuna a cada alumno, dar seguimiento a sus aprendizajes de acuerdo a las necesidades de su contexto, convertir el resultado de la evaluación en un elemento de reflexión para la mejora del aprendizaje.
Con el propósito de contribuir en la construcción de conocimientos que permitan a los alumnos de Telesecundaria contar con una formación que los acerque al logro de las competencias y al Perfil de Egreso de la Educación Básica; la Subdirección de Escuelas Telesecundarias a través del equipo de asesores técnicos que laboran en el Departamento de Operación de Programas Técnico Pedagógicos, presenta esta propuesta integrada por diferentes instrumentos para la evaluación de los aprendizajes esperados de las Asignaturas del Bloque
